miércoles, 21 de abril de 2010

LXVII MILLAS ROMANAS XII EDICION EN MERIDA.

-DISTANCIA: 100 Km. (3 circuitos Circulares). 

-Circuito 1 (Circuito del Guadiana): 27,39 Km. 
-Circuito 2 (Circuito del lago de Proserpina): 27,73 Km. 
-Circuito 3 (Circuito de los pueblos): 44,8 Km. 

-TIEMPO ESTIMADO: Se dispone de un tiempo máximo de 24 horas (desde las 21:00 del Viernes hasta las 21:00 del Sábado). Nosotros tardamos en esta edición 17 horas y 45 minutos. 

-EPOCA RECOMENDADA: Esta edición se realizó el 9-10 de Abril del 2010, pero para poder realizar cualquiera de los tres circuitos es buena cualquier época del año, evitando en la medida de lo posible los meses de verano por las altas temperaturas. 

-DIFICULTAD: Muy alta. La prueba está abierta a cualquier persona que deseé intentarlo, pero hay que estar muy bien preparado tanto física como psicológicamente. De todos modos con una buena preparación física, muchas ganas, dosificando bien las energías y administrándose el tiempo se puede conseguir.  En cuanto a la orientación, aunque gran parte del recorrido es nocturno, no hay muchos problemas en la orientación, ya que existen puntos de controles y está señalizado mediante barritas fluorescentes y marcas de la carrera en diferentes puntos. Para hacerlo por libre comentar que estos circuitos no están señalizados, así que ahí si recomendaría el uso de GPS.

-SITUACION: La prueba se realiza en Mérida (Badajoz). Se accede a esta ciudad por la A-66 si se viene por el Norte o por el Sur, o por la A-5 si se viene del Este u Oeste. 

-ENLACES DE INTERES:








Página oficial de las millas romanas.

-DESCRIPCION DE LA RUTA:

   Nuestra aventura daba comienzo el 9 de abril del 2010. Como el año pasado, mi amigo José Amaya y yo encarábamos otra nueva batalla con esta prueba de ultrafondo, este año algo más confiados, con más experiencia, con más ganas de consolidarnos en este mundillo, pero también con ese miedo que existe ante una prueba de esta índole. Como cada año en el polideportivo Diocles, una organización excelente, de parte de unas personas que se entregan ante este evento deportivo. Recogimos nuestros dorsales y los regalos que nos entregamos, nos cambiamos y a comer y beber, a la espera de poder empezar la prueba. Muchas caras conocidas de la edición anterior, muchos amigos.  Este año el crono empezaba en la plaza de España, así que tranquilamente nos encaminamos hacia esa bonita plaza de Mérida. Allí estampamos nuestro primer sello y a esperar que dieran las nueve para poder empezar. Nos dio mucha alegría ver a nuestros amigos Fran y su novia Magda que nos fueron a ver salir y a darnos ánimos. Muchas gracias. 

Imagen del inicio de prueba

Los pretorianos de Tomares siempre dando alegría y color a la prueba.


   A las nueve justa y con los nervios iniciales, dio comienzo la prueba. Este año la afrontábamos con otra mentalidad, con ganas de rebajar el crono del año pasado. Muchas horas y muchos entrenos le habíamos dedicado a la táctica de andar y correr, así que ya era hora de ponerla en práctica. Nos fuimos encaminando en un primer momento hacia la estación de Mirandilla, pasando por el recinto ferial. A mitad de camino empezamos a encender los frontales, lo cual es una espectacular imagen ver esa filita de luces encendidas, junto al rio Guadiana. 
   Faltaba poco para llegar al primer punto de control cuando empezamos a ver pasar dorsales que ya venían de regreso. Estos prácticamente hacían la carrera corriendo, era otro nivel diferente al nuestro. Sellamos en la estación de Mirandilla y nos encaminamos hacia el camino de Alange, pasando por el precioso parque de las Siete Sillas y el puente romano. En este puente había un gran número de chavales vitoreando y jaleando a todo aquel ultrafondista que pasaba. Fue genial.    La oscuridad total nos invandió, señalándonos que entrábamos en el camino de Alange. Como curiosidad mencionaré que no se veía nada de nada, y que con todo esto había muchos participantes que no usaban luces ni nada... ¿Cómo lo harán para no tropezar...?

Sellamos en el camino de Alange y devuelta al polideportivo pasando por el precioso puente romano de Mérida, que a esas horas queda vacío de gente y es toda una gozada poder recorrer esta preciosa arquitectura. A las 1:20 minutos de la madrugada completamos el primer circuito. Primera prueba superada.

   Tras comer algo y sacudirnos las zapatillas reemprendimos la marcha. Paramos unos 15 minutos aproximadamente. Nos encontrábamos muy bien de fuerzas y nuestros tiempos iban bien con lo que nos habíamos planteado. Hacía frio y hubo que abrigarnos bien para afrontar este segundo circuito nocturno. Nos encaminamos hacia el embalse de Proserpina, pasando por la casa de campo. Se movía mucho el aire en esta zona puesto que está muy al descubierto. En esta zona se quejaron mucho los participantes ya que se perdieron mucho. Nosotros no tuvimos ningún problema ya que conocíamos el camino a seguir y prestando atención a los fluorescente y a las cintas rojas y blancas no creo que hubiese ningún problema de orientación. Tras pasar por los caminos de arena de la casa de campo llegamos a Proserpina. Este lugar me encanta especialmente porque pasas de la oscuridad total a un camino precioso completamente iluminado, que va rodeando siempre el embalse. Realmente es uno de los puntos más bonitos y mágicos de la ruta. Este trayecto lo hicimos casi enteramente corriendo, ya que es muy cómodo por ser completamente llano.

Llegamos al punto de control y el cachondeo era evidente, ya que los dos chavales de la organización tenían un frio terrible, allí a esas horas y al lado del agua, pero bueno, todo sea por el bien de la carrera...

   Reemprendimos la marcha de nuevo hacia Mérida, primeramente por una carretera asfaltada, para girar al poco a la derecha por un camino. Esta parte es de las más duras de la prueba, ya que discurre por muy mal camino, lleno de piedras y charcos, absolutamente a oscuras, así que hubo que andar con mucho cuidado. En esta zona nos unimos a nuestro amigo Olegario, que lo habíamos conocido el la edición pasada y a los Pretorianos de Tomares. Juntos llegamos a Mérida y transitamos por sus serpenteantes calles. Hay que prestar mucha atención en esta zona ya que es muy fácil desorientarse ya que hay mucho callejeo hasta llegar al Polideportivo. A las 6:07 minutos completamos nuestro segundo circuito.

   Se llega a un punto muy delicado de la prueba, ya que es aquí donde se producen más abandonos. Muchas dudas e incertidumbres pasan por la cabeza de los participantes. El dolor, el cansancio, la noche, las ampollas... pasan ya mucha factura y el polideportivo se convierte a esas horas en una zona de batalla, donde el olor a reflex lo inunda todo. En esta ocasión lo teníamos claro. Nada de quejas, nada de pensárselo. Yo personalmente me encontraba a tope, con unas ganas tremendas de empezar el tercer circuito. Las innumerables horas de entrenamiento, la técnica de andar y correr, la preparación psicológica..... todo estaba dando sus frutos y la derrota no era una opción. Así que tras comer algo, volver a sacudirse las zapatillas y quitarse algo de abrigo reemprendimos la marcha. En total paramos en este segundo circuito unos 45 minutos aproximadamente. Mencionar el excelente trato humano recibido por parte de la organización, ya que a esas horas y tras el esfuerzo se agradece mucho que te ofrezca un colacao con dulces con ese cariño..... muchas gracias.

   Los frontales ya no hacían falta, las ganas de mi amigo José Amaya y las mías eran tremendas. A nuestro paso, empezamos a devorar kilómetros de este tercer circuito. Al dejar Mérida y llegar al primer avituallamiento líquido, otra sorpresa, ya que el chaval del avituallamiento casi nos da un susto tremendo, ya que estaba tirado en un lado de la cuneta del camino, con un frio terrible, pero con muchas ganas de cachondeo. Bravo por El.

   Pasando la autovía nos encaminamos hacia Mirandilla. Este tercer circuito se me hizo bastante más corto que el año pasado. La experiencia de conocer el terreno es un grado claro.... Llegamos a Mirandilla. El pueblo estaba precioso ya que todo el acercamiento es muy verde y al llegar hay una pequeña laguna a la izquierda, preciosa. Sellamos y nos dirigimos a San Pedro, pasando por Campomanes. Este tramo le tenía bastante miedo, ya que el año pasado lo pasé bastante mal aquí, pero este año la cosa cambiaba, ya que me encontraba grande. Mi compañero José empezaba a resentirse de una rodilla, dolores de una antigua lesión pero su fuerza y su coraje lo hicieron sobreponerse y seguir avanzando. Nuestro ritmo decayó algo, pero teníamos claro nuestras intenciones y estas no eran abandonar ni mucho menos. Llegamos a San Pedro. Ya era mediodía y el calor empezaba a apretar. El tramo de San Pedro a Trujillanos es especialmente duro, ya que empieza con una subida fuerte y el resto es un llano muy monótono asfaltado. Se nos dio bien este tramo ya que José volvió a recuperarse de su rodilla y nuestro ritmo subió. Comenzamos a adelantar gente y cuando nos dimos cuenta estábamos en Trujillanos. Yo iba casi siempre corriendo ya que me encontraba muy cómodo y José andando, pero aun así nos compenetrábamos muy bien. Nos sellaron en Trujillanos unas chicas muy guapas, es de agradecer ya a esas alturas de carrera, y ya por fin quedaba el último tramo hasta Mérida, la última parte de la batalla. Esa enorme pista de 10 km que se hacía interminable. Pero como ya dije antes, la experiencia es un grado y al conocerla de la edición anterior, se nos hizo más corta. Eso y también que José puso musiquita en el móvil e íbamos muy animados...

Ya por las calles de Mérida era un paseo triunfal. Sabíamos que lo teníamos conseguido, que ya estaba todo echo. Al llegar a la Calle Santa Eulalia nos esperaba nuestros amigos Magda y Fran con su pedazo cámara que nos sacó fotos de lujo. Ya con el cachondeo empezamos a correr por la última calle. Joder parecía que no habíamos echo nada...pero la profesión iba por dentro.

Bonita foto de la llegada de parte del equipo de los pretorianos de Tomares. Se nota el esfuerzo realizado. Al muy poco llegamos nosotros.


Nuestra llegada, subiendo ya por la Calle Santa Eulalia.



   Todo el esfuerzo, todo el sufrimiento y todo el cansancio se había quedado atrás, ya que habíamos conseguido nuestro objetivo y rebajado el tiempo de la edición anterior en 20 minutos.

Imagen de José recogiendo su segundo miliario.




Y mi segundo miliario...



Imágenes de los dos celebrando nuestro triunfo.





   Decir por último que generalmente se nos dio bastante mejor esta edición de la prueba emeritense, ya que conocíamos los circuitos, la zona, la técnica a emplear y todos los detalles de este tipo de pruebas, y considero que hemos dado un gran paso adelante para consolidarnos en este tipo de pruebas, aunque todavía queda mucho camino que recorrer....
Excelente organización en todos los aspecto, pero dar un toque de atención ante el aspecto sanitario, ya que es un punto bastante serio y totalmente mejorable en esta prueba. No había prácticamente ningún punto médico en toda la prueba y ni tan siquiera una ambulancia en la finalización de la carrera en la Plaza de España, y esto es un fallo bastante gordo. Esperemos que se solucione ya que considero que es un fallo que empaña bastante a esta magnífica prueba.
Y por último dar las gracias a todas las personas que me han apoyado para superar esta dura prueba de ultrafondo.
   Primeramente a mi gran compañero José Amaya, por estar siempre a mi lado, por esa gran compenetración que tenemos y por esa buena compañía y ánimos que nos damos. Gracias José y a por otra.

A mis padres por estar apoyándome en todo momento y nunca dudar de mi.

A mis amigos, sobre todo a Magda y a Fran por estar apoyándonos antes y durante la prueba. Gracias a Fran, ya que todas las fotos de este reportaje son suyas, y también muchas gracias por el detalle de colgar la foto de mi llegada en el tablón del gym, ya que me hizo mucha ilusión. Y especialmente muchas gracias también a los dos por esa gran ayuda que tuvimos que recibir al acabar la prueba cuando lo pasamos un poquito mal.....
Y por último a mi novia por estar apoyándome siempre. En esta edición no pudo venir, pero siempre estuvo conmigo en mis pensamientos, llamándome de noche, casi siempre cuando más lo necesitaba, escuchar su voz siempre era un impulso para seguir.... un orgullo el poder comunicarle que habíamos acabado algún circuito. Gracias por ese apoyo wapi.




4 comentarios:

  1. Genial relato, a ver si el año próximo no se agotan los dorsales y tengo uno para mi.

    Gracias por compartirlo, has derrochado muchas ganas en cada línea. Enhorabuena

    PD. Aunque no tiene nada que ver, aprovecho para presentarte unos senderos que te pueden venir bien por proximidad geográfica:

    www.sendasdedescubrimientos.blogspot.com

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  2. Muchas gracias Eduardo por tus palabras. Si, es una prueba que se vive...a ver si el año que viene hay suerte y coincidimos.

    Y muchas gracias también por el enlace. La verdad es que me viene de maravilla ya que para realizar las rutas que describes me pilla muy cerquita y más de una si que disfrutaré.

    Venga un saludo Keducc

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  3. Me alegro mucho por ese premio juan bonitas rutas. un saludo.

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  4. Muchas gracias bruji es un gusto tenerte por aquí. Por allá arriba teneis también rutas preciosas muy disfrutonas.

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