-DESCRIPCION DE LA RUTA:
Sellamos en el camino de Alange y devuelta al polideportivo pasando por el precioso puente romano de Mérida, que a esas horas queda vacío de gente y es toda una gozada poder recorrer esta preciosa arquitectura. A las 1:20 minutos de la madrugada completamos el primer circuito. Primera prueba superada.
Tras comer algo y sacudirnos las zapatillas reemprendimos la marcha. Paramos unos 15 minutos aproximadamente. Nos encontrábamos muy bien de fuerzas y nuestros tiempos iban bien con lo que nos habíamos planteado. Hacía frio y hubo que abrigarnos bien para afrontar este segundo circuito nocturno. Nos encaminamos hacia el embalse de Proserpina, pasando por la casa de campo. Se movía mucho el aire en esta zona puesto que está muy al descubierto. En esta zona se quejaron mucho los participantes ya que se perdieron mucho. Nosotros no tuvimos ningún problema ya que conocíamos el camino a seguir y prestando atención a los fluorescente y a las cintas rojas y blancas no creo que hubiese ningún problema de orientación. Tras pasar por los caminos de arena de la casa de campo llegamos a Proserpina. Este lugar me encanta especialmente porque pasas de la oscuridad total a un camino precioso completamente iluminado, que va rodeando siempre el embalse. Realmente es uno de los puntos más bonitos y mágicos de la ruta. Este trayecto lo hicimos casi enteramente corriendo, ya que es muy cómodo por ser completamente llano.
Llegamos al punto de control y el cachondeo era evidente, ya que los dos chavales de la organización tenían un frio terrible, allí a esas horas y al lado del agua, pero bueno, todo sea por el bien de la carrera...
Reemprendimos la marcha de nuevo hacia Mérida, primeramente por una carretera asfaltada, para girar al poco a la derecha por un camino. Esta parte es de las más duras de la prueba, ya que discurre por muy mal camino, lleno de piedras y charcos, absolutamente a oscuras, así que hubo que andar con mucho cuidado. En esta zona nos unimos a nuestro amigo Olegario, que lo habíamos conocido el la edición pasada y a los Pretorianos de Tomares. Juntos llegamos a Mérida y transitamos por sus serpenteantes calles. Hay que prestar mucha atención en esta zona ya que es muy fácil desorientarse ya que hay mucho callejeo hasta llegar al Polideportivo. A las 6:07 minutos completamos nuestro segundo circuito.
Se llega a un punto muy delicado de la prueba, ya que es aquí donde se producen más abandonos. Muchas dudas e incertidumbres pasan por la cabeza de los participantes. El dolor, el cansancio, la noche, las ampollas... pasan ya mucha factura y el polideportivo se convierte a esas horas en una zona de batalla, donde el olor a reflex lo inunda todo. En esta ocasión lo teníamos claro. Nada de quejas, nada de pensárselo. Yo personalmente me encontraba a tope, con unas ganas tremendas de empezar el tercer circuito. Las innumerables horas de entrenamiento, la técnica de andar y correr, la preparación psicológica..... todo estaba dando sus frutos y la derrota no era una opción. Así que tras comer algo, volver a sacudirse las zapatillas y quitarse algo de abrigo reemprendimos la marcha. En total paramos en este segundo circuito unos 45 minutos aproximadamente. Mencionar el excelente trato humano recibido por parte de la organización, ya que a esas horas y tras el esfuerzo se agradece mucho que te ofrezca un colacao con dulces con ese cariño..... muchas gracias.
Los frontales ya no hacían falta, las ganas de mi amigo José Amaya y las mías eran tremendas. A nuestro paso, empezamos a devorar kilómetros de este tercer circuito. Al dejar Mérida y llegar al primer avituallamiento líquido, otra sorpresa, ya que el chaval del avituallamiento casi nos da un susto tremendo, ya que estaba tirado en un lado de la cuneta del camino, con un frio terrible, pero con muchas ganas de cachondeo. Bravo por El.
Pasando la autovía nos encaminamos hacia Mirandilla. Este tercer circuito se me hizo bastante más corto que el año pasado. La experiencia de conocer el terreno es un grado claro.... Llegamos a Mirandilla. El pueblo estaba precioso ya que todo el acercamiento es muy verde y al llegar hay una pequeña laguna a la izquierda, preciosa. Sellamos y nos dirigimos a San Pedro, pasando por Campomanes. Este tramo le tenía bastante miedo, ya que el año pasado lo pasé bastante mal aquí, pero este año la cosa cambiaba, ya que me encontraba grande. Mi compañero José empezaba a resentirse de una rodilla, dolores de una antigua lesión pero su fuerza y su coraje lo hicieron sobreponerse y seguir avanzando. Nuestro ritmo decayó algo, pero teníamos claro nuestras intenciones y estas no eran abandonar ni mucho menos. Llegamos a San Pedro. Ya era mediodía y el calor empezaba a apretar. El tramo de San Pedro a Trujillanos es especialmente duro, ya que empieza con una subida fuerte y el resto es un llano muy monótono asfaltado. Se nos dio bien este tramo ya que José volvió a recuperarse de su rodilla y nuestro ritmo subió. Comenzamos a adelantar gente y cuando nos dimos cuenta estábamos en Trujillanos. Yo iba casi siempre corriendo ya que me encontraba muy cómodo y José andando, pero aun así nos compenetrábamos muy bien. Nos sellaron en Trujillanos unas chicas muy guapas, es de agradecer ya a esas alturas de carrera, y ya por fin quedaba el último tramo hasta Mérida, la última parte de la batalla. Esa enorme pista de 10 km que se hacía interminable. Pero como ya dije antes, la experiencia es un grado y al conocerla de la edición anterior, se nos hizo más corta. Eso y también que José puso musiquita en el móvil e íbamos muy animados...
Ya por las calles de Mérida era un paseo triunfal. Sabíamos que lo teníamos conseguido, que ya estaba todo echo. Al llegar a la Calle Santa Eulalia nos esperaba nuestros amigos Magda y Fran con su pedazo cámara que nos sacó fotos de lujo. Ya con el cachondeo empezamos a correr por la última calle. Joder parecía que no habíamos echo nada...pero la profesión iba por dentro.
Bonita foto de la llegada de parte del equipo de los pretorianos de Tomares. Se nota el esfuerzo realizado. Al muy poco llegamos nosotros.
Nuestra llegada, subiendo ya por la Calle Santa Eulalia.
Genial relato, a ver si el año próximo no se agotan los dorsales y tengo uno para mi.
ResponderEliminarGracias por compartirlo, has derrochado muchas ganas en cada línea. Enhorabuena
PD. Aunque no tiene nada que ver, aprovecho para presentarte unos senderos que te pueden venir bien por proximidad geográfica:
www.sendasdedescubrimientos.blogspot.com
Muchas gracias Eduardo por tus palabras. Si, es una prueba que se vive...a ver si el año que viene hay suerte y coincidimos.
ResponderEliminarY muchas gracias también por el enlace. La verdad es que me viene de maravilla ya que para realizar las rutas que describes me pilla muy cerquita y más de una si que disfrutaré.
Venga un saludo Keducc
Me alegro mucho por ese premio juan bonitas rutas. un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias bruji es un gusto tenerte por aquí. Por allá arriba teneis también rutas preciosas muy disfrutonas.
ResponderEliminar