domingo, 15 de diciembre de 2024

SENDA DE LOS MIL COLORES EN EL PARQUE NACIONAL DE LAS BATUECAS.

 -DISTANCIA: 13 Km. (Circular).

-TIEMPO ESTIMADO: A un ritmo tranquilo se puede tardar unas 5 horas aproximadamente. 

-EPOCA RECOMENDADA: La ruta se puede realizar en cualquier época del año, pero yo recomiendo el Otoño, porque es en esta estación cuando este sendero adquiere su esencia propia. 

-DIFICULTAD: Baja. La ruta es relativamente corta y siempre transita por pistas y sendas en muy buen estado. Tanto la salida de Herguijuela de la Sierra como la salida de Madroñal es cuando nos encontraremos subidas importantes, pero no son largas y dosificando se hacen bastante cómodas. En cuanto a la orientación mencionar que la ruta está catalogada como sendero micológico y se encuentra muy bien señalizada con marcas blancas y amarillas en todo el recorrido. 

-SITUACIÓN: La ruta da comienzo en Cepeda, en pleno corazón de la Sierra de Francia, en el Parque Nacional de las Batuecas. Se puede acceder a este municipio por el Sur por la A-66, desviándose a la altura de Béjar por la SA-220 y después la SA-225. Si se accede por el Norte la mejor opción es desde la A-62 desviarse por la SA-213 o la SA-215. Ambas carreteras conectan con la SA-220 que nos llevará a este precioso pueblo. 

-ENLACES DE INTERES: 

Plano de ruta en mi wikiloc.

Página web de Cepeda.

Herguijuela de la Sierra.

Página web de Madroñal.

Sierra de Francia.

Parque Nacional de las Batuecas.


-DESCRIPCION DE RUTA: 

      En el corazón del Parque Nacional de las Batuecas en la sierra de Francia se encuentra una de las rutas más maravillosas que se pueden realizar ahora en otoño, cobrando especial protagonismo en esta estación la enorme gama de colores que presentan estos estupendos bosques. Madroños, robles centenarios, alisos... al igual que pinos o cerezos verán nuestros pasos en una ruta que tan igual es de importante la naturaleza como los tres pequeños pueblos que uniremos: Cepeda, Herguijuela de la Sierra y Madroñal. Perdernos en sus retorcidas calles de procedencia judía, disfrutar de la tranquilidad y el recogimiento que ofrece su pasado árabe o visitar sus templos cristianos. La senda de los mil colores desde luego hace buen honor a su nombre, embriagándonos con su gran paleta cromática. ¿Y tú, cuál es tu color preferido?

   Iniciamos nuestra aventura en un pequeño parking que hay en frente del restaurante San Marcos, en la entrada del pueblo. Desde ahí nos adentraremos en Cepeda, pasando por su bonita plaza, perdiéndonos en su entresijos de calles, cuestas y fuentes. 



   Por la mañana...todo tranquilo, una paz que inunda todo y nos invita a descubrir cada rincón de este bello pueblo, cada escondrijo... Pasaremos junto a una especie de parque con mucho arte y al poco llegaremos a la Iglesia de San Bartolomé.


                                   


   Son varias las fuentes que se hayan repartidas por el pueblo. Llama la atención el colorido de bancos, maceteros, carteles... son en estos detalles donde se nota la tranquilidad, la seguridad y el respeto.










   Vamos descendiendo para abandonar el pueblo. A la salida, tomaremos por la derecha en una pista que nos encontraremos. Al nada, pasaremos por la Fuente del Castañar.



    Paseamos ahora por una pista ancha en muy buenas condiciones, dejando atrás el pueblo. El bosque se nos va cerrando a nuestros pasos, descubriendo por nuestra propia experiencia el porque del nombre de la ruta.






   Llegamos a una carretera, la cual transitaremos por ella unos metros hasta conectar de nuevo con nuestra senda que nos saldrá a nuestra derecha. Ahora ya sí, el bosque nos atrapa, quedando a su merced y deleitándonos con su traje otoñal. Tras bajar un poco, llegaremos al puente de la Dehesa. 





   Tras cruzar este bonito puente, giraremos a la derecha, por una senda preciosa, a veces empedrada. Paseando, el silencio... sólo interrumpido por el ruido de las hojas del suelo que vamos acariciando al andar. Robles, castaños, madroños, acebos, encinas o alcornoques nos cobijan en este cuento de hadas. Mira y sólo disfruta.











   Como ya he comentado anteriormente, el sendero se encuentra homologado como sendero micológico. Existe en todo el recorrido diferente cartelería informativa sobre las setas: morfología, categorías o sus diferentes usos. 
   
   Llegaremos a un desvío el cual tomaremos a la izquierda, subiendo una pequeña cuesta que nos llevará a una parte del bosque la cual presenta una mayor humedad, que podremos notar sobre todo en el musgo que crece en los árboles.




   Poco a poco nuestro bosque se irá abriendo. Nuestra senda se hará pista cómoda que tras una subida nos llevará de nuevo a cruzar una carretera. Nuestro sendero seguirá al frente. 



   En esta parte del recorrido entraremos en una zona más cálida y abierta del bosque. Los pinos y las jaras empiezan a predominar. Llegaremos a un precioso mirador, en el cual podremos divisar Herguijuela de la Sierra.


   Con una parada obligatoria para contemplar el pueblo, pondremos rumbo hacia Él. Nuestra ruta será un tobogán en el cual empezaremos a bajar, para seguidamente llanear un poco y al poco volver a subir hacía el pueblo. 







   Tras callejear un poco volveremos a un sendero muy estrecho, que nos llevará en subida por un lado del pueblo entre olivos y huertos hacia la Ermita de Nuestra Señora de la Asunción. 



   Hay un bonito mirador detrás de la Iglesia que es estupendo para hacer una parada para descansar y contemplar las maravillosas vistas de la Sierra de Francia.



   Continuaremos nuestros pasos, esta vez atravesando Herguijuela. Pasaremos por su plaza, pudiendo observar la arquitectura de tipo serrana que presentan estos pueblos, con casas de varias plantas, grandes balcones y estructuras a vista con entramados de vigas de madera y piedra. 






       Pasando por la Ermita del Humilladero abandonaremos el pueblo, desandando nuestro camino. Volveremos a pasar por el mirador y de nuevo hacia la carretera, para al poco, girar a la izquierda por una pista que nos llevará, esta vez entre cultivos de cerezos principalmente hacia Madroñal.





   Con el pueblo de Cepeda al fondo, llegamos a Madroñal. Dos lajas de pizarra con diferentes rutas a realizar por el pueblo nos saluda. Nos volvemos a adentrar en lo bonito de estos pueblos, de su tranquilidad y sosiego.




   Abandonamos el pueblo por su parte alta, para continuar con una ascensión que nos llevará a la parte más elevada de nuestra ruta. Es una subida cómoda que empieza con tramos cementados. Dosificando y disfrutando de las vistas se sube y ni nos enteramos....


   En la parte alta del bosque nos espera un antiguo camino de arrieros, que utilizaban para el transporte de mercancías hacia los diferentes pueblos de la zona. Cobijados entre un denso bosque vamos descendiendo por una senda cubierta totalmente de hojas, pero perfectamente visible.




   El madroño todavía aguanta sus frutos. 


   En algunos momentos el sendero se vuelve jungla...





   Nuestro serpenteante sendero poco a poco se va abriendo a un camino más ancho. Enormes pinos nos miran desde arriba y nos saludan.



   Y como de buen sendero micológico se trata, algunas setas se pueden ver por el camino...




   Otro recurso económico de la zona es la miel.


   ¿Sabes cuando una ruta te ha gustado mucho mucho y no quieres que se acabe? Pues esta es una de ellas y por mucho que nos pese, todo tiene un final y el fin de nuestra aventura se termina aquí, en un paseo de colores y de pueblos con mucho encanto.

-PUNTOS BÁSICOS: 

-Sendero muy bien señalizado, sólo en los pueblos nos podemos desorientar un poco, pero prestando atención a las indicaciones no hay mucho problema. 

-Aunque son carreteras muy tranquilas, extremar las precauciones cuando las crucemos. 

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